lunes, 31 de diciembre de 2012

LAS PREFERENTES, LA ESTAFA REDONDA

Las Participaciones Preferentes  ha resultado ser literalmente  un negocio  redondo para la banca porque  ninguna Institución ha pedido  explicaciones ni responsabilidades a los 52 bancos que vendieron estos productos de alto riesgo a modestos ahorradores. Gráficamente también es  redondo porque el  círculo de la estafa  explotó a  principios del año 2012 y  se ha cerrado  el año en la misma situación que se inició, la mayoría de los afectados siguen sin recuperar su dinero. Los bancos  no han  dado soluciones satisfactorias a los estafados  y los que afirman que han resuelto el problema, se han limitado a “solucionarlo” con parches. La salida para conformar a estos pacientes ahorradores, ha sido la de  canjear las preferentes por acciones de la entidad, pero esto no ha hecho que estas personas hayan podido recuperar en la mayoría de los casos  su dinero, ya  que su valor está muy por debajo de cuando se las colocaron y  si las vendieran  ahora,  perderían gran parte del capital invertido, por tanto  sus  ahorros siguen  atrapados  en un  verdadero corralito.


















Que recordemos, nunca una  macroestafa  de este calibre perpetrada por  la banca contra el país, ( hay más de un millón de personas estafadas) consentida y apoyada  por el Gobierno y  por  las Instituciones, CNMV, Banco de España, el  FROB etc, había sido urdida tan magistralmente.

He oído a algunas personas decir que la culpa la tenían los “inversores”, por la  ambición de conseguir  sustanciosos intereses. Se refieren a las personas octogenarias, analfabetas, enfermos crónicos y con minusvalías, personas con trastornos mentales, menores de edad, ciegos que no podían leer el contrato, personas engañadas y a las cuales falsificaron su firma en el contrato y un largo etc a las que fueron a parar, sin ningún miramiento por parte de la baca,  estos productos especulativos que deberían haber estado siempre sólo en manos de inversores. También nos culpan de no haber leído los indecifrables contratos ni tener la suficiente formación financiera para entenderlos, como si tuviéramos la obligación de tenerla. Nadie que va a comprar un electrodoméstico o un ordenador  está obligado a ser un ingeniero, ni el que compra un traje ha de ser un diseñador o un ingeniero textil, ni un enfermo ha de saber de medicina y curar sus enfermedad,  en todo caso debe ser el que lo comercializa  quien  informe del producto a quien esté interesado. En nuestro caso, hubo aún más delito, porque nadie se interesó en comprar  Preferentes, fueron los bancos los que, para tapar sus agujeros y capitalizarse pusieron la vista en la presa fácil, los clientes confiados a la entidad con la intención de   cazar sus  ahorros con el más vil de los engaños.

Me indigna que las personas ajenas a un problema tan grave como el de las Preferentes y que ha dejado a miles de personas en situaciones de extrema pobreza,  se atrevan a sentenciar  alegremente a los ahorradores por el hecho de que no le ha tocado a él. Esta actitud de algunos ciudadanos,  me recuerda a la actitud del  gobierno cuando decía categóricamente día si y día también, que la culpa de esta crisis era del ciudadano por haber vivido por encima de sus posibilidades. Por suerte ahora ya no se atreven a decirlo,  saben que el pueblo está bien informado de las estafas y el despilfarro de los responsables que nos querían culpar  de la crisis y que para mayor descaro y escarnio, el pueblo tendrá que pagar el rescate de la banca,  rescate cifrado hasta el momento en 55.000 millones de euros. Con este panorama, me pregunto ¿ quien vivió por encima de sus posibilidades?


 Luisa Vicente Santiago