sábado, 15 de noviembre de 2014

LOS MISMOS PERROS CON DIFERENTES COLLARES




Muchas Cajas de ahorros han desaparecido, pero Barcelona sigue mostrando  un amplio mosaico  de oficinas bancarias en tecnicolor. Campañas agresivas de “escaparate” utilizan la estrategia del olvido   para  borrar los  barrizales en los que    enfangaron a tanta gente  hace apenas unos años.
En la confluencia de dos calles del Example barcelonés, una oficina bancaria de  “La Caixa” y otra de CX , colindan  pared con pared. Ambas  entidades exhiben  una publicidad que no pasa  inadvertida para  los preferentistas  que, tiempo atrás, sufrimos el vergonzoso  episodio de las preferentes.  
En un vinilo,  “La Caixa” lanza un alegato a favor de las personas mayores promoviendo el buen trato hacia ellas  al considerarlas  “patrimonio de la humanidad”, algo difícil de creer después del maltrato que  esta Caja infringió a sus jubilados. Otra cosa muy distinta es que “La Caixa” considere de su propiedad el patrimonio de estas personas, y lo utilice en su beneficio como  lo hicieron en 2008 al verse con el agua al cuello.









Catalunya Caixa por su parte,  exhibe  otro lema  cargado de intención   que tampoco  resulta creíble, al menos  para quienes siguen con su dinero perdido en el limbo y con demandas ante los tribunales.



CX KM.0


El lema subliminal  “ CX  Km. 0” transmite un  falso “arrepentimiento” por  el agujero sin parangón, que dejaron sus administradores  Narcís Serra y Adolf Todó,  y que necesitó una inyección de 12.000 euros a una entidad que era 5 veces más pequeña que Bankia, y a la que el FROB inyectó 22.000 millones de euros. Ahora sus excesos los están pagando  miles de jubilados que perdieron gran parte de su dinero y miles de contribuyentes que han visto recortados sus sueldos y sus prestaciones. Lo peor de todo, es que este rescate resultó completamente inútil. Tampoco a las familias que enredaron con hipotecas subprime concedidas a lo loco,  hoy desahuciadas,   perdonarán   la pésima gestión y la corrupción de sus responsables que, carentes de ética y responsabilidad, desbalijaron la Caja poco antes de ser rescatada.

A fecha de hoy ninguno de sus dirigentes ha sido encarcelado ni castigado de manera ejemplar. 

La impunidad de estos delincuentes nos llena de indignidad cuando vemos que la justicia  ha sentenciado con dos años de cárcel a una persona por coger a empujones 5 euros del cajón en una sucursal bancaria.



O el caso de una valenciana de 27 años , que por utilizar una visa extraviada para comprar  pañales y comida para sus hijos, se le condenó en 2013   a dos años y medio de cárcel.


Por supuesto nada que ver con lo ocurrido a los directivos de Caja Madrid,  que dilapidaron durante años y años el dinero público utilizando tarjetas negras sin control en servicios de putas, restaurantes de lujo y gastos personales.
Aunque algunos de ellos hayan dimitido, no hay duda que  el gobierno  les abrirá enseguida  una  puerta giratoria para ocupar  con todos los  honores  un puesto millonario para que defiendan   los intereses privados de una  empresa pública y en perjuicio del interés público.
Es increíble que en España,  a pesar de que  todos los problemas que tenemos los han originado sus gobernantes, existan más leyes contra los ciudadanos  y casi ninguna contra sus gobernantes.


La caja “colorá”  de antes




La Caja “anaranjá” después





Vista la transmutación de  colores,  ayer coloradas, hoy con tintes anaranjados,  sugiero que la gente recapacite. Su “mutación” no  obedece  a un renovado  propósito  ético  en su política de negocio, la banca es la misma de siempre, no ha cambiado, ni cambiará,   sólo ha  camuflado  su aspecto exterior como  hace el camaleón.  De atravesar por otra crisis de liquidez como la que tuvieron en   2008, la banca volvería a proceder de la misma manera El viaje iniciado por la banca a ninguna parte, necesitará de muchas alforjas. Frases vacías como las que exhiben en sus campañas, ni les hará creíbles, ni conquistarán la confianza de nuevos clientes, y menos aún renovará la confianza perdida de los preferentistas.
Otro día hablaremos  sobre  sus   campañas masivas en busca de dinero para suscribir   fondos de pensiones y otros productos igual o más tóxicos que las preferentes,  “los CoCos” ( bonos convertibles contingentes) , y que sin duda utilizarían en un futuro  de encontrase en apuros ,  como hicieron  con las preferentes.

Luisa Vicente Santiago